lunes, 30 de mayo de 2016

PIIECYL 2016

Bien, voy a intentar publicar en el blog las distintas "andanzas matemáticas" en las que me he visto envuelto estos últimos dos meses y compartir mis vivencias y las distintas anécdotas. Quería compartir en primer lugar la que viví este último viernes en Salamanca defendiendo con Arturo Morcillo nuestro proyecto coordinado por Alejandro Asesio y titulado "Estudio de la influencia de la dieta y culturas mediterráneas en la percepción subjetiva de bienestar y salud de las personas" en la final del concurso "Tercera edición Premios de Investigación e Innovación en ESO, Bachillerato y Formación Profesional" en la categoría de Bachillerato.

El proyecto (que a fin de cuentas era lo importante del concurso) consistía en una encuesta realizada a 380 alumnos de nuestro centro, el IES Antonio Machado (Soria) en el cual preguntábamos sobre el seguimiento de la dieta mediterránea (y en dependencia de su respuesta les asignábamos un valor entre 0 y 10) y lo mismo sobre su percepción del estado subjetivo de la salud. Hasta ahí el proyecto iba, el problema comenzó cuando comprobamos que la dispersión de los puntos era muy alta y que esa gráfica se parecía a cualquier cosa menos a una "función", de hecho, nuestro coeficiente de correlación de Pearson era tan solo de 0,28 (este coeficiente es un valor situado entre 0 y 1 que nos indica la dispersión de unos puntos, siendo 0 una pelota y 1 una recta), por lo que escudándonos en el Teorema Central del Límite tuvimos que retirar hasta un 26% de los datos para conseguir tan solo un coeficiente de correlación de 0,52 (en mi opinión de esa encuesta no se podía sacar nada pero bueno, nos sirvió para practicar en la rama de la estadística y entenderla de una forma distinta a como se hace en el instituto), pero por si alguien le interesa en esta última iteración la función era y=0,72x+2,60. Es decir, que en nuestro instituto seguir la dieta es sinónimo de salud (exceptuando ese 26%).

Aún con todas nuestras penurias para sacar una recta y con gran sorpresa fuimos seleccionados para defender el estudio en la final. Esto significaba (además de tener que levantarse a las 5 de la mañana de un viernes) prepararse a conciencia la exposición dado que solo contaríamos con cinco minutos, tiempo muy limitado para contarle al jurado y a los demás asistentes nuestras idas y venidas hasta hallar la recta. En una semana llena de ensayos ayudados y corregidos por nuestro coordinador Alejandro en el aspecto técnico y por Sara (profesora del instituto) en el aspecto lingüístico conseguimos llegar con algo digno al gran momento.

La ponencia, que os dejo en el siguiente vídeo y que os servirá para entender algo mejor el proyecto, por lo menos a mí me permitió disfrutar y sentir que hay personas a las que les gustó aquello que yo les contaba y que seguían con atención y curiosidad (o al menos eso es lo que yo quiero pensar) aquello que yo les estaba contando.

No se ganó, pero para mi fue una nueva experiencia que me permitió disfrutar dentro de lo que cabe las cuentas y las idas y venidas que os he intentado explicar y que tuvimos que hacer para que esa nube (demasiado circular) de puntos adquiriera la forma de una recta o al menos de algo que se le pareciera.

Aquí tenéis el vídeo, os recomiendo que veáis mi proyecto pero la verdad es que el resto de ellos merecen mucho la pena y a mi juicio al menos, los de FP son todos una maravilla (además por supuesto de los de ESO y Bachillerato).


1 comentario:

  1. buaj tio, menudo brazaco tiene el chaval rubio que habla de la dieta mediterránea, ya se nota el gym.

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