jueves, 16 de mayo de 2019

EL PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES

No son pocos los antecedentes sobre fluidos con los que los griegos contaban. No obstante, estos se basaban en extraer alguna utilidad práctica y específica de algún fluido concreto (por lo general agua) pero no les preocupaba adquirir una comprensión de ellos que se saliese de aquello que necesitaban para su vida cotidiana, por decirlo con el lenguaje actual, la física teórica no les interesaba en la antigüedad, solo sus aplicaciones. De hecho, tuvo que llegar la civilización griega para introducir el concepto de física, siendo Aristóteles el primero en acuñar este término, combinación de dos vocablos griegos, ϕυσις (physis) que significa naturaleza y el sufijo -ico que quiere decir conocimiento. La física es la ciencia que se dedica al estudio de las transformaciones y cambios que sufre la materia y la naturaleza. Sin embargo, la física en el sentido moderno que conocemos hoy nació de la mano de Arquímedes, el primero en usar conceptos matemáticos y geométricos para explicar la realidad física. Consiguió adaptar la geometría de su época a fenómenos físicos realizando investigaciones basadas en el experimento, teniendo el ingenio y la astucia para centrarse solo en aquellas magnitudes que quisiese medir y adoptando el rigor como método de trabajo, tal y como destacaría el astrónomo Johannes Kepler varios siglos después.

“Podríamos obtener demostraciones perfectas de los libros de Arquímedes, a nosotros no nos repele la espinosa lectura de ellos.”